Insulina, el gran descubrimiento
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La palabra insulina se deriva de la palabra latina ínsula que significa isla. La insulina es una hormona producida por el pancreas, especificamente por las células beta en las islas Langerhans.
La insulina regula el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas. Esta hormona fue descubierta por Fredrick Grant Banting y John James Rickard McLeod, a quienes se les otorgó el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1923.
Previamente, en 1869, Paul Langerhans definió las islas del páncreas que más tarde recibieron su nombre. En 1889 Josef von Mering y Oskar Minkowski descubrieron que sin pancreas los perros desarrollaban diabetes. En 1913, John James McLeod resumió lo que había aprendido sobre la diabetes en un libro. Y finalmente, en 1916, Nicolae Constantin Paulescu, profesor de fisiología en la Universidad de Medicina y Farmacia de Bucarest, fue el primero en aislar la insulina, que luego llamó pancreina.
En 1921, dos médicos de Toronto repitieron el experimento de Von Mering y Minkowski quitando el páncreas de los perros y encontraron que la deficiencia de insulina provocó un aumento de los niveles de glucosa en sangre. De manera interesante, si se les inyectaba extracto de pancreas los niveles de glucosa disminuian.
Estos experimentos indican que una molecula en el pancreas podía controlar los niveles de glucosa. Un año despues se le administró insulina a un niño diabetico. Hasta ese momento la diabetes tipo 1 (en la que las células beta del pancreas se destruyen por una enfermedad autoinmune) se consideraba una enfermedad mortal.
Ahora sabemos que las células del pancreas responden a la ingesta alimentaria de azúcar y liberan insulina en el sistema circulatorio y puede actuar sobre celulas de hígado, músculo y células grasas (adipocitos). Cuando la insulina se asocia a su receptor en esas células la glucosa entra a las células.
Las células utilizan la glucosa como fuente de energía pero también almacerarla como en el caso del hígado y el músculo.
Los niveles de glucosa en sangre permanecen normales incluso durante el ayuno porque el hígado libera la glucosa almacenada mediante un proceso llamado glucogénesis. La glucogénesis está regulada por dos hormonas, una es la insulina que la inhibe, y el glucagón que la estimula.
El hígado puede producir hasta 250 gramos de glucosa al día. En diabeticos, el hígado puede producir hasta 500 gramos de glucosa por día lo que explica por qué los pacientes pueden tener niveles altos de glucosa en sangre independientemente de la ingesta de alimentos.
La insulina es la única hormona que promueve la acumulación de reservas de grasa en el tejido adiposo y apoya la retención de grasa almacenada. La falta total de insulina lleva a la pérdida de grasa.
Antes de desarrollar diabetes, los niveles de insulina se incrementan para compensar el exceso de glucosa en sangre pero si el nivel de insulina en sangre es alto, la densidad de los receptores disminuye (regulación a la baja) por lo que se puede presentar resistencia a la insulina.
En la diabetes tipo 2, asociada a sindrome metabolico y causada por malos hábitos alimenticios entre otros factores, el el tratamiento inicial no es insulina, sino con cambios en el estilo de vida, pérdida de peso y medicamentos antidiabéticos en tabletas. Sin embargo, una vez que la enfermedad ha progresado y comienza el agotamiento de las células beta, se debe administrar insulina.
La administración de insulina es subcutanea, en brazos, piernas o abdomen. Hay pequeñas jeringas y las agujas muy finas diseñadas para administrar insulina.
La insulina no puede tomarse en tabletas porque se desintegra en el estómago. Los investigadores están probando opciones como la insulina intranasal.
La inyección de insulina debe administrarse de 15 a 20 minutos antes o inmediatamente después de una comida, alcanza su efecto máximo a las 2-4 horas y puede durar hasta 6-8 horas.
Existe una versión de insulina de acción ultrarrápida con la que puede comer de inmediato. La duración de acción de la insulina de acción intermedia es de 6-10 horas, este tipo de insulina se puede tomar por la mañana para cubrir la primera mitad del día o por la tarde para cubrir las noches. Finalmente, la insulina de acción prolongada tiene un efecto durante las primeras 6 horas, pero cubre las próximas 28-36 horas.
La hipoglucemia (niveles bajos de glucosa) es un efecto secundario del tratamiento con insulina. El uso prolongado de insulina también puede producir daño en la piel debido a las inyecciones y acumule grasa en esa zona, por lo que es recomendable cambiar el lugar de la inyección.
Definitivamente la insulina es un gran descubrimiento que ha salvado millones de vidas.
Agradecimiento a: Dezső Sándor por la recopilación de información.